Una vez
en el envés
de tu falda tableada
escondiste
las respuestas
de un examen.
Yo era malo en inglés,
pero te caía bien
y me dejabas copiar
tus verbos irregulares.
Se me hacía maravilloso
que las chicas
pudieran tener esas libertades,
los maestros no buscaban trampas
en las faldas de las escolares.
Aprendí inglés
viendo unas piernas
de mujer,
pero lo más importante
es que aprendí que hay respuestas
debajo
de una falda.
Mostrando las entradas con la etiqueta Piernas. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Piernas. Mostrar todas las entradas
3 de febrero de 2014
1 de julio de 2013
Las curvas del camino
Yo no hice las curvas
del camino,
ni pedí caminarlo así
en tu ausencia.
No pedí que me encontraras
viento en contra,
ni pedí que estuviera
todo al revés.
No pedí que me olvidaras después.
No pedí que te fueras de mi hace un año.
No pedí que el amor se nos fuera al caño,
No pedí que se perdiera el interés.
Yo no hice las curvas
del camino,
yo no quise ver tus ojos
penetrantes,
no quise mirar tus piernas
tan torneadas,
no quise mirar tus senos
tan turgentes,
no quise escribirte cosas
que nunca vas a leer.
Yo no hice las curvas
del camino,
ni pedí encontrarte en contra
del destino.
del camino,
ni pedí caminarlo así
en tu ausencia.
No pedí que me encontraras
viento en contra,
ni pedí que estuviera
todo al revés.
No pedí que me olvidaras después.
No pedí que te fueras de mi hace un año.
No pedí que el amor se nos fuera al caño,
No pedí que se perdiera el interés.
Yo no hice las curvas
del camino,
yo no quise ver tus ojos
penetrantes,
no quise mirar tus piernas
tan torneadas,
no quise mirar tus senos
tan turgentes,
no quise escribirte cosas
que nunca vas a leer.
Yo no hice las curvas
del camino,
ni pedí encontrarte en contra
del destino.
17 de junio de 2013
Impacto
El asfalto
no soporta
el impacto
de tus piernas
enfundadas
en medias negras
y esas botas
que traes puestas.
El asfalto
no soporta
el vaivén
de tus caderas.
Ni como se mueven
tus hombros redondos,
ni como se encienden
tus ojos tan hondos
cada que alguien
voltea a verte
y yo te toco las piernas
con los ojos.
no soporta
el impacto
de tus piernas
enfundadas
en medias negras
y esas botas
que traes puestas.
El asfalto
no soporta
el vaivén
de tus caderas.
Ni como se mueven
tus hombros redondos,
ni como se encienden
tus ojos tan hondos
cada que alguien
voltea a verte
y yo te toco las piernas
con los ojos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)