Hoy crucé la calle sin fijarme
que el semáforo ya había cambiado a verde
pudo haberme atropellado el metrobús
-pero no-.
Cruce la calle como cruzo la vida y el mundo.
Quizá fue que iba escuchando a Lost Acapulco
como cuando tenia quince
y no me importaba nada
y a mis calificaciones
las llevaba la chingada.
Como cuando me hicieron e hice
tanto daño.
Pero ya paso el tiempo y ya no tengo quince años
para andar ilusionado, enamorado y confiado
de mis sueños.
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