1 de octubre de 2013

Ivonne (Fragmento)

-Cuando Ivonne Memije me dijo que sería mi novia, creo que ese día fue el mejor de mi vida.
De verdad, el más feliz.
Me refiero a que, vamos hombre, sabes de lo que hablo.
¿Qué, nunca te han dicho que sí?
Entonces, si sabes de lo que hablo, ¿Verdad?
Me refiero a todo lo que pasa en esos momentos.
Ivonne, ella estaba hermosa ese día. Lo digo en serio, estaba tan linda. Su suéter rosa, su pantalón de mezclilla, sus tenis de tela, su bufanda azul.
Le encantaba esa bufanda.
Fuímos a este café, sobre La Gran Avenida. 
Yo tenía dinero y eso era raro para mi a los 15 años. 
Ya sabes, mis padres no me dejaban trabajar, pero tampoco me daban un centavo de más. 
Sólo lo justo.
Siempre lo justo.
Pero entonces mi hermano mayor me hizo este encargo, ya sabes como son los hermanos mayores, sienten que pueden estarte mangoneando toda la vida y a veces es cierto, si te dan el dinero suficiente. Él me encargo esto que ya no recuerdo que era, quizá era ir a comprar algo por él al centro o limpiar su recámara o tragarme una botella de catsup, ya no me acuerdo. Tiene seis años de eso, no recuerdo bien que fué. 
Seguro fué algo importante porque el me dió un billete verde, de doscientos pesos.
Doscientos pesos. 
Teniendo 15 años y siendo el 2006, doscientos pesos aun alcanzaban para muchas cosas.
Por lo menos alcanzaban para invitarle un café y algo de comer a Ivonne.
Así que fuímos a este café que te digo, sobre La Gran Avenida.
Nada muy especial, un lugar pequeño y tranquilo.
Pedimos los dos un capuccino frío y un cuernito con jamón y queso.
Su sonrisa.
Sus manos moviéndose mientras hablaba.
Su risa.
No pude más.
Le pregunté.
Le pregunté a Ivonne Memije si quería ser mi novia.
Y este espectáculo, te juro que debiste verlo, todo el mundo debió haberlo visto, yo estuve en primera fila.
Fue hermoso.
Sus manos, su cabello hasta los hombros, su sonrisa de nervios, sus ojos grandes y avellanados, su boca bonita, sus cejas arqueadas, sus hombros redondos, todo al mismo tiempo, como si fuera una especie de ballet, una perfecta coreografía, una hermosa danza.
Dijo que sí.
-¿Y por eso estamos en este café?
-Espérate, ya llegaré a eso...


De la serie "La Gran Avenida".

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