El segundo día es más llevadero
si no cargo tus recuerdos en mi espalda.
Si no cae agua helada del cielo.
Si el hogar donde vivimos
ya no existe.
La tristeza se va,
se desvanece,
ligera.
Se acentúa la ausencia,
la espera,
cae la helada:
No se ha ido, la tristeza.
Todavía
es el segundo día:
te extraño,
vuelve,
resuelve
mi vida.
Quizá no
tenías que haberte ido,
quizá sólo me invade
la tristeza.
Talvez me faltan
tus faldas y tu risa.
Quizás cargo
- todavía -
tus recuerdos en mi espalda.
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