25 de febrero de 2014

Cumpleaños

Te recuerdo dando saltitos de aquí para allá, entre clase y clase, emocionada.
Decías: "Faltan setenta y un días para mi cumpleaños".
Alguien que cumple años en Febrero y empieza a contar hacia atrás desde Diciembre (o antes) era raro. Pero a mi me gustaba.
En cualquier momento, de repente, al estar sacando copias, comiendo un sandwich en la cafetería o tirados en el pasto, decías: "Faltan cincuenta y tres días para mi cumpleaños".
A algunos les parecías histérica, pero yo te encontraba adorable. 
No había modo de olvidar tu cumpleaños. Nadie que te pusiera atención lo olvidaría. 
Ibas deshojando un calendario invisible, arrancando hojas, tarareando alegremente los días que faltaban entre el día en que vivías y el día en que ibas a celebrar que habías nacido. Nunca he conocido a nadie con tanto entusiasmo por su cumpleaños.
Y nunca, nunca te pregunté porque contabas desde antes, porqué lo esperabas con tantos días de anticipación, porqué te tomabas el tiempo de contar uno por uno los días del calendario para saber exactamente cuantos quedaban. Suponía que esas cosas eran muy de cada uno, cosas que no se preguntan, cosas para las que cada quien tiene sus razones. 
Cosas propias.
¿Obsesiva? ¿Histérica? No, joder. Lo tuyo era adorable.
Falta un día para tu cumpleaños.
No sé si aún haces la cuenta regresiva.
Hace más de mil noventa y cinco días que te conjugo en pasado, pero algunos días te veo de aquí para allá, comiendo un sandwich, haciendo la tarea de cálculo diferencial y recordándome que tu y yo éramos muy felices en tu cumpleaños, porque estabas aquí, porque eran otros trescientos sesenta y cinco días que pasábamos juntos. 
Pasábamos.

24 de febrero de 2014

Con quién comparto departamento y otros datos

No tengo licencia de manejo.
Hace una semana perdí mi única identificación.
El año pasado comí carne menos de doce veces.
No bebí cerveza hasta hace dos años, pero comencé a beber alcohol más fuerte a los catorce.
No tengo experiencia o interés en los alucinógenos.
Fumé marihuana de seis a ocho meses mientras estuve en la universidad.
No me gusta la marihuana.
Como helado casi diario porque la chica con la cual comparto departamento trabaja en una heladería.
Y porque hace mucho calor.
La semana pasada me llamaron de un trabajo para el cual apliqué.
No fui.
También conocí a alguien que me agradó mucho, pero mañana se va a mudar fuera del país.
En la madrugada hice una video-llamada con mi ex-novia. Cuando colgamos, me mandó un mensaje que decía "Eso me hizo sentir muy, muy mal. Ya nunca te voy a volver a hablar."
El novio de la chica que trabaja en la heladería me trajo tacos esta mañana para desayunar.
Todo el mes estuve evitando tener sexo con ella porque solo quería acurrucarme y dormir.
Ahora otra vez quiero dormir.
No sé porque te cuento esto.
A veces no eres agradable.
A veces yo no lo soy tampoco.
Estás cambiando constantemente.
Supongo que yo también.

17 de febrero de 2014

Carretera

Una casa amarilla,
una mujer lavando a mano,
el portavasos de la camioneta,
las líneas amarillas de la carretera,

un perro amarrado a un poste
de madera,
el valle,
la montaña, 
el árbol
y el volcán.

Una moto rompiendo el viento,
mi hermana con audífonos,
un disco de dreampop,
la noche oscura:
un viaje.

10 de febrero de 2014

Alta

El hombre de estatura media a quien le gustan las mujeres altas, está destinado al fracaso amoroso.
De menos, a la humillación frente al objeto de su afecto.
Hablando claro: Si eres normal, no tienes derecho a que te gusten las mujeres altas.
¿Y porqué, eh?
¿Uno no puede enamorarse de una mujer alta por culpa de sus malditos genes?
Uno no elige sus genes, ¿sabes?
Me refiero a que es una putada que no puedas enamorarte de una mujer más alta que tú y mucho menos decírselo, sólo por miedo al ridículo.
¿Cómo que cual ridículo? 
Generalmente a las chicas no les gusta un hombre más bajo que ellas.
¿Pero eso no es culpa de uno, eh?
¿Cómo puede ser culpa de uno haber nacido con tal o cual estatura?
Y no es que la diferencia sea muy grande, lo que pasa es que cuando la mujer es más alta algo no les checa. Como que no les cuadra. 
Es como si ya estuvieran programadas para sólo enamorarse de los hombres más altos que ellas. 
¿Tienen algo así como un club de mujeres altas en busca de hombres más altos?
¿Cómo que porqué te lo pregunto a ti?
Porque eres mi amiga y porque para verte tengo que voltear la cara hacia arriba. 
Bueno, estoy exagerando. Pero sí eres más alta que yo.
Supongo que comprendes de qué hablo.
Eres más alta que el promedio de los hombres, por eso pensé que podrías darme un consejo con mi problema.
¿Cómo que no es un problema?
Claro que es un problema, ¿sabes?
¿Alguna vez has estado enamorada de alguien que no te hace caso por algo que no es tu culpa?
No sé, cualquier trivialidad. Que no le gustan tus ojos, que no le gusta tu voz, que no le guste estar con mujeres de piel muy blanca... Yo que sé. 
Cualquier cosa que de verdad se escape de tu control.
Es bastante feo.
Feo, como estar tomándote un café con alguien que te gusta y que sabes que no vas a gustarle en la vida. 
Es una putada que no pueda enamorarme de una mujer alta sólo porque yo no soy más alto que ella.
¿Cómo que porqué te estoy contando todo esto?
¿De veras no sabes?
Sí no sabes porque te invité a tomar un café y empecé a contarte esto precisamente ahora, entonces tengo más problemas de los que pensaba...

3 de febrero de 2014

Respuestas

Una vez
en el envés
de tu falda tableada
escondiste 
las respuestas 
de un examen.
Yo era malo en inglés,
pero te caía bien
y me dejabas copiar
tus verbos irregulares.

Se me hacía maravilloso
que las chicas
pudieran tener esas libertades,
los maestros no buscaban trampas
en las faldas de las escolares. 

Aprendí inglés
viendo unas piernas 
de mujer,
pero lo más importante
es que aprendí que hay respuestas
debajo 
de una falda.


Kilómetros

Todo esta lleno, 
y se que no existen infinitos sin estrellas, 
sin auroras boreales, 
sin palabras, sin abrazos. 
Te espero aquí cada mañana, es triste 
¿por qué habría de mentirte? 
Me siento en la orilla de la cama a esperar, juego con mis pies, a veces ni siquiera puedo dormir.
A veces no duermo por días, escribo para creer que estás.
Claro que estás, estas allá y ese es un hecho innegable.
Estas a kilómetros, todos sabemos que los kilómetros son distancias, son números que se encargan de separar cuerpos. 
Pinto muchos “te quiero” en la pared con mis dedos, tantos que podría contarlos varias veces antes de levantarme de la cama. 
Siempre mantengo todo en orden y me mantengo a mi misma junto a la ventana para ver si algo llega a suceder, se que no sucederá algo a menos de que yo lo haga. 
Me gusta creer que te sigo gustando yo sólo para poder usar y sentirme más bonita con mi vestido de verano, después pienso todo lo contrario y el poco maquillaje se va, después ya no sé ni que pensar.  
Ya discúlpame, ya regresa, ya te extraño, estás en cada letra y no le veo fin a mis ganas de que estés conmigo, a que nos tomemos de la mano. 
Los kilómetros son los números que se encargan de separar cuerpos, lamentablemente nada me une a ti porque no quieres. Yo también tengo miedo, no te imaginas cuanto. Ven, quiéreme, te extraño.