19 de enero de 2015

Cuatro poemas de Magnolia Martínez Cárdenas

Un buen día para leer a Paul Celan

te leemos al atardecer y a todas horas

te leemos en el café y en la azotea

al atardecer y a todas horas

mientras bebemos y bebemos

entramos en la casa abandonada

manchamos las paredes con sudor y lágrimas

con sudor y sangre

esto no está permitido

nos cae el peso de la culpa

pero estamos solos de mañana

matamos a los guardias por la noche

y escapamos a la casa abandonada

volvimos a abrazarnos

estamos solos de mañana

y nos reímos de todas estas cosas

porque mi nariz está sangrando

bajo las gotas tibias de la regadera

el auténtico el peso de la culpa

reímos y reímos de mañana.




Día Internacional de mi mayor fobia

me dijeron

espérate, es la adolescencia

pero sigo escuchando la misma

canción de aviones/tanques/submarinos como si no

hubiera mañana

como si me hubiera quedado en la página

que al principio sobra

donde nunca imprimen nada

donde mi abuela solía poner

su nombre en cursivas adornadas

me dijeron

eres una roca, en ti confiamos

pero sigo dando vueltas en el pavimento

como el más mínimo trozo de grava

y los neumáticos de Dios me aplastan

las entrañas al saber que se

acerca el día del Juicio

y que en un archivero polvoriento

se conserva en buen estado

mi existencia en DVD.


Bob Ross es mentiroso y padre de mentira

Mis errores no son felices y tampoco aprendo de ellos

la gente de la TV siempre miente

perdóname por no creer que estos pinos son felices

estos patitos tampoco lo son

ni el lago en el que seguramente se ahogarán los más pequeños

ya no te creo, Bob Ross

cambien el canal

esto no nos sirve para nada.




18:36 p.m.

dentro de 1 hora va a oscurecer

y nuestro mecanismo humano

se pondrá el pijama con cuidado

para no quebrarse

los huesos ya están cansados

& los pájaros también

apagamos el interruptor pensando

en el día de nuestro viaje al subsuelo

yo siempre sueño que me vuelvo planta

y te cubro de hojas todo el cuerpo

viajando lento

con el tigmotropismo de mis tallos verdes

que se te enredan en el cráneo y

me hacen despertar pensando que

nunca me pasan cosas buenas.




Magnolia Martínez Cárdenas nació en marzo de 1993, es originaria de un pueblo bonito de Jalisco. Estudiante de Letras Hispánicas, colaboró en el proyecto literario El Aroma de la Palabra, en el consejo editorial de la revista literaria Lauda y como correctora de estilo en la revista Himen; sus textos han sido publicados en Los Idus de Marzo e Himen. Actualmente radica en la ciudad de Guadalajara.


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