10 de junio de 2013

El Licenciado

Hoy va a venir.
Todos lo estamos esperando, bajo el sol y con un calor de la chingada. La gente del partido trae refrescos, pero no los quieren repartir: "Después del mitin, después del mitin...".
Cabrones.
Pero no importa. Todos estamos aquí porque ese vato es el chingón, palabra que sí. Todos están diciendo lo mismo. El sí va a acabar con todas las chingaderas que nos han tocado desde siempre, con todas las chingaderas de cada seis años.
El no se anda con mamadas. No tiene pelos en la lengua, cada que da un discurso le dice sus verdades al gobierno. Agarra parejo con cada partido, hasta con el suyo.
Por eso es el chingón. Él es el que va a cambiar las cosas. Él va a ganar, palabra.
Ya sabíamos desde que oímos su discurso de hace unos días. Frente a un chorro de gente, y el hablaba, casi gritaba del coraje. Decía que le daban rabia las injusticias, que su gobierno iba a ser diferente, que el sí se iba a acercar al pueblo. Que el veía a un pueblo cansado, con ganas de que al fin llegara el cambio. 
Él es el cambio. Todos andan diciendo lo mismo.
Ya llegó. Se baja de la camioneta.
Es un chingón. Todos se avientan para recibirlo, no trae guaruras, va caminando entre la gente. Los saluda, se ríe, camina hasta donde están los del partido sin dejar de saludar a todos los que se le acercan. Una señora grande le besa la mano. Él la toma de las manos y la abraza. Es un chingón.
No hay templete. Hace un calor de la chingada. 
Pero él se sube a una camioneta, le pasan un micrófono y todos nos callamos, porque sabemos que va a hablar. Y habla. Nos habla de lo que va a hacer cuando llegue, de como va a escuchar a todos, sin que le importen los partidos políticos. Dice que lo que le importa es la gente. 
Nosotros. 
El pueblo. 
Dice que vamos a trabajar juntos, que ya está harto el país de políticos incompetentes. Dice que vamos a ganar. 
Yo sé que va a ganar. 
Vamos a ganar. 
Termina. Aplaudimos. Por las bocinas suena música de banda. Todos gritan "Duro, duro, duro". Gritamos su nombre. Se baja de la camioneta y empieza a caminar, otra vez entre la gente. Todos le entregan papelitos con peticiones. El los toma y se los guarda en la chamarra. Es un chingón, de verdad que es un chingón. 
Camino ahora si hacia él para darle la mano. Entre empujones y gente que también lo quiere saludar. Él sonríe, estrecha manos, abraza gente. Los escucha, les dice unas palabras y sonríe. Sigue caminando. Yo trato de alcanzarlo antes de que se vaya.
Camina, saluda, sonríe, abraza, estrecha manos, camina, sonríe, saluda, le disparan.
¿Qué pasa?
Otro disparo.
Todos gritamos. 
El candidato se desploma, nadie sabe qué está pasando. Mucha gente corre y otros tratan de ayudarlo. 
No sé que está pasando. 
Nadie sabe.
Acaban de dispararle al Licenciado Colosio.

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