Sus ojos eran de miel
miel como la del desayuno
¿Has desayunado un corazón?
Yo sí, pero no queriendo.
Nunca quise romper uno
pero a veces
tienes que hacer cosas
aunque no quieras
cosas como ir a trabajar
cosas como ir a la escuela
cosas como trabajar en una escuela
o romper un corazón.
A veces no hay de otra
a veces no tienes elección
a veces se acaba la miel
del desayuno.
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