-Que no.
-Por favor...
-Que no, caramba.
-Ay, por favor. No me digas que es la primera vez que lo haces.
-Pues no, pero...
-¿Entonces? Hazme ese favor, anda...
-Contigo es diferente, Equis.
-Yo no le veo lo diferente...
-Pero yo si, sería incómodo después... ¿Con que cara voy a ver a tu mamá?
-Pues con la que tienes, que es muy bonita... Ándale... ¿si?
-Siempre tienes que salirte con la tuya, ¿verdad?
-Ya deberías estar acostumbrada.
Tomó el teléfono.
-Bueno... Hola señora, habla Griega. Si, ¿Como ha estado? Nosotros también bien, Gracias. Si, lo que pasa es que mi mamá invitó a Equis a cenar y como tenemos un trabajo pendiente queríamos saber si lo dejaba quedarse otra vez aquí en la casa... No, cómo cree, si no es ninguna molestia. ¿Si? Bueno señora, muchas gracias. Nos estamos viendo. También saludos a todos. Bye.
-¿Dijo que si?
-Pues si, ¿Qué más va a decir?
-Gracias, gracias, gracias, no se como agradecerte.- Le dijo abrazándola de repente.
-No sé porqué sigo tapándote cuando te vas de fiesta con tus amiguitas esas con derecho...
-Porque eres mi mejor amiga, Griega- Le contestó sonriendo y tomando su chamarra de cuero negra, listo para salir.- ¡Nos vemos mañana!
-¡Te dejo la ventana abierta! -Le gritó mientras lo miraba alejarse calle abajo, y guitarra al hombro.
Uno se imagina todo lo imaginable, jajajaja... gracias.
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